PHILIPSBURG, Sint Maarten – En un fascinante discurso pronunciado en la InterExpo de La Haya el 12 de diciembre, la presidenta del Parlamento de Sint Maarten, la Parlamentaria Sarah Wescot, recordó a su audiencia por qué, 70 años después, en el Reino de los Países Bajos, la polémica cuestión del déficit democrático sigue nublando la relación entre los cuatro países holandeses.
Desde el principio, este documento, si bien anunciaba una nueva relación para los socios de entonces (Países Bajos, Surinam y las Antillas Holandesas), era desequilibrado, opinó la Parlamentaria.
Para St,. Maarten, desde que se convirtió en un estado autónomo en el Reino de los Países Bajos en 2010, nos corresponde en primer lugar a nosotros y luego en asociación con los demás exigir nuestra posición legítima en esta constelación, con base en el documento que mantiene unida esta relación, a saber, la Carta del Reino de los Países Bajos de 1954, continuó la Parlamentaria. “No solo con palabras, sino también con hechos”.
“Somos un estado en desarrollo y muy pequeño además”. Si uno tuviera que poner la Carta del Reino de los Países Bajos en el contexto actual, lo ideal sería “autogobierno interno pleno en una asociación soberana (voluntaria)”, aludió además la Parlamentaria Wescot.
“Si bien es importante reflexionar sobre los acontecimientos históricos que llevaron a la Carta, la pregunta general es si nos sirve a nosotros, los participantes de hoy, y -mientras dure esa relación- si beneficia a las personas a las que servimos”. “Si no es así, ¿estamos dispuestos a hacer los cambios necesarios, ya sea modificando la Carta, deshaciéndose de los viejos dogmas o celebrando nuevos acuerdos basados en la Carta?”, preguntó la Presidenta del Parlamento a su audiencia en la conferencia de La Haya.
El discurso de la Parlamentaria se centró en tres cuestiones principales: el déficit democrático en el Reino de los Países Bajos y la idea de que hay cuatro socios iguales en el Reino; algunas de las soluciones propuestas, la regulación de las disputas y en tercer lugar, el derecho al desarrollo según las Naciones Unidas, un derecho sacrosanto de todas las personas, basado en su nivel de desarrollo.
“El anterior gabinete Rutte IV de los Países Bajos reconoció explícitamente este déficit democrático en su acuerdo de coalición, comprometiéndose a trabajar para mejorar la participación proporcional de las naciones caribeñas en los procesos de toma de decisiones relacionados con la legislación del Reino”.
Además, durante las recientes reuniones de IPKO en junio, los líderes de los cuatro Parlamentos del Reino reafirmaron su compromiso de abordar el déficit democrático reconociendo que existe un déficit democrático dentro del Reino de los Países Bajos y que las posibilidades de toma de decisiones democráticas descritas en el Estatuto aún no se han utilizado plenamente.
Los cuatro Parlamentos también admitieron que a nivel gubernamental hay pocos avances en relación con el déficit democrático y con la conferencia del Reino, que se ha retrasado mucho.
La IPKO de junio pidió avances urgentes en la reducción del déficit democrático.
“En vista de esto, considero que algunas de las acciones del gobierno holandés/del Reino son contraproducentes. Si bien observo estas acciones hacia todos los estados caribeños holandeses, destaqué, por ejemplo, la reciente declaración del Secretario de Estado holandés sobre Transparencia Internacional como contraproducente en mi discurso”.
La Parlamentaria también expresó su descontento por el hecho de que todavía no haya una regulación de disputas que, según la Carta, debería estar en vigor. Eso es imperativo. “Pero tengo la esperanza de que el último borrador supere el proceso”.
El Partido Demócrata seguirá defendiendo una decisión sobre el déficit democrático para crear un campo de juego más equitativo, una conferencia del Reino en la que los partidos tendrán que expresar su posición sobre la permanencia como una constelación de 4 naciones, con respeto mutuo y por la asociación. Y, por último, un reglamento de disputas para las disputas entre el “Reino” y los países (partes constituyentes).
En el futuro, es imperativo que trabajemos en colaboración para reducir el déficit democrático y establecer un sistema más representativo para todas las partes del Reino. La necesidad de una representación y una democracia efectiva es vital para la prosperidad de nuestras naciones y el bienestar de nuestros ciudadanos, concluyó la Parlamentaria Wescot.