WILLEMSTAD–Curazao se ha quedado sin opciones para devolver a los venezolanos indocumentados, que por lo tanto permanecen detenidos sin perspectivas de liberación. Los Defensores de los Derechos humanos abordaron una vez más este tema durante la reciente visita a la isla de la secretaria de Estado holandesa de Relaciones del Reino, Alexandra van Huffelen.
La deportación no es posible después de que las autoridades venezolanas prohibieran todos los vuelos desde el Reino de los Países Bajos a partir del 15 de diciembre. La repatriación a través de terceros países también se ha vuelto imposible ya que la República Dominicana se niega a servir como punto de tránsito por más tiempo.
Los inmigrantes han estado recluidos en el area de mujeres de la prisión SDKK durante meses. Según Los Defensores de los Derechos Humanos, esto no está permitido internacionalmente porque no son delincuentes condenados y por tanto no pueden ser detenidos como tales sin la intervención de los tribunales.
La organización está muy complacida de que tanto los gobiernos locales como los holandeses estén ahora dispuestos a mejorar la acogida de los refugiados socioeconómicos. Pero se desconoce qué significa eso en términos concretos.
Quieren que los dos países cambien el énfasis de un nuevo cuartel para extranjeros en SDKK detrás de alambre de púas, con rejas por todas partes y donde se aplica un régimen penitenciario, a una recepción humana sin rejas. “Después de todo, las renovaciones cosméticas y la ampliación de las instalaciones continúan representando una intolerable privación de la libertad, donde continúan la humillación, las atrocidades, el abuso de poder y las condiciones insalubres”, señaló un comunicado.
Según el director Ieteke Witteveen, un primer paso importante es dejar de recibir a ciudadanos extranjeros en una prisión. “Eso tiene que hacerse lo antes posible”.
Se argumentó que la financiación de los Países Bajos se puede hacer de manera diferente, mejor y más efectiva. El dinero debería gastarse en la construcción de un centro de recepción semiabierto.
“Además, debe haber una política migratoria transparente y justa en general y una política de admisión en particular”.
La organización también lamenta que, a pesar de una petición urgente, Van Huffelen no haya tenido tiempo para una conversación.
















