Kralendijk, Bonaire – Por primera vez en 15 años, desde que el Sr. Finies aconsejó a los habitantes de Bonaire que no votaran en las elecciones Neerlandesas, todos los medios de comunicación de los Países Bajos informaron sobre su llamado a la abstención, un momento histórico.
Mucha gente en los Países Bajos desconoce la verdadera situación en Bonaire, ya que la información que llega al público suele estar manipulada o filtrada por medios de comunicación vinculados al gobierno Neerlandés. A pesar de los logros internacionales de James Finies y la Organización de Derechos Humanos de Bonaire (BHRO), incluyendo sus presentaciones en las Naciones Unidas y otros foros internacionales que expusieron la realidad de Bonaire tras el 10-10-10, la prensa Neerlandesa ha desestimado o ignorado repetidamente estos esfuerzos, dejando a la ciudadanía desinformada sobre la lucha de Bonaire por la justicia y la autodeterminación.
James Finies afirmó que esto representa un avance positivo para los medios Neerlandeses. Más de diez de los principales medios de comunicación de los Países Bajos —entre ellos NOS 1, Nieuwsuur, De Telegraaf, Trouw, MSN, NPO, Nieuws.nl, EenVandaag y muchos otros— informaron sobre el llamado al boicot y las acciones de James Finies, que en esta ocasión acapararon los titulares nacionales en los noticieros de máxima audiencia. Otro hito histórico para Finies y Bonaire fue que expertos legales y constitucionales Neerlandeses reconocieron públicamente la justificación de la campaña de «no votar» de James Finies, dada la continua subordinación política e injusticia que sufre Bonaire por parte de La Haya desde el 10 de octubre de 2010.
La participación electoral sin precedentes del 21,5 % en las recientes elecciones Parlamentarias Neerlandesas de Bonaire transmite un claro mensaje de resistencia y descontento. A pesar de la presión de los partidos locales —MPB, DP, UPB y M21— para votar por sus partidos políticos afiliados en los Países Bajos, la población se negó a legitimar un sistema político impuesto que los gobierna desde 2010. Es de dominio público que, aparentemente, estos políticos y partidos locales recibieron cooperación e incentivos a cambio de promover los intereses políticos Neerlandeses durante las elecciones de Bonaire, una práctica que plantea serias dudas sobre la integridad, la transparencia y la erosión de los valores democráticos. El silencio de la gente en las urnas no fue apatía, sino un acto deliberado de protesta: una postura contra la hipocresía, la frustración con los líderes locales y neerlandeses, y una exigencia de honestidad, rendición de cuentas y verdadera representación.
Un artículo del medio Neerlandés Dossier Koninkrijkrelaties NL incluso publicó: «El boicot de Finies en Bonaire causa dolor de cabeza al Consejo Electoral». El llamado de Finies a boicotear las elecciones Parlamentarias mantuvo ocupado al Consejo Electoral de los Países Bajos tras las sospechas de un error en el recuento de votos en la mesa electoral de Rincón. El porcentaje inusualmente alto de votos en blanco (4,2%) motivó una investigación oficial. Tras la indagación, surgió una explicación clara: una convocatoria en redes sociales de James Finies, una figura local muy conocida, instaba a la gente a no votar o a emitir papeletas en blanco. En Rincón, donde reside principalmente gente local, esta convocatoria tuvo un impacto significativo. La participación electoral fue particularmente baja, mientras que el Consejo Electoral retrasó el anuncio de los resultados finales en los Países Bajos.
El pueblo de Bonaire se ha expresado a través del silencio: un poderoso acto de resistencia contra la injusticia. James Finies y la Organización de Derechos Humanos de Bonaire (BHRO) siguen exigiendo que Bonaire sea reintegrada a la lista de territorios no autónomos de las Naciones Unidas para garantizar su protección y supervisión internacionales. Solo mediante la verdad, el respeto y la rendición de cuentas se podrá restaurar la verdadera democracia y la dignidad al pueblo de Bonaire.
















