Kralendijk, Bonaire — La Organización de Derechos Humanos de Bonaire (BHRO) y James Finies, líder de Pueblo Progresivo Uni, se enorgullecen en anunciar que la voz de los Bonairenos llegó a las más altas instancias mundiales preocupadas por la educación. La BHRO recibió respuestas formales tanto del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra como del Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia de los Países Bajos (OCW) en La Haya, en relación con la queja urgente presentada el 10 de junio de 2025. Esta queja, centrada en los derechos educativos, puso de manifiesto las continuas violaciones de los derechos de los niños Bonairenos, en particular en la única escuela secundaria de la isla, Scholengemeenschap Bonaire – Unit Liseo Boneriano.
La queja sobre educación, presentada en junio, complementa la queja sobre el caso Bonaire, presentada personalmente por representantes de la BHRO ante las Naciones Unidas en Ginebra en octubre de 2024, en virtud del mandato del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, parte de la cual ya denunciaba la discriminación sistémica contra los niños Bonairenos. Esta denuncia sobre el Caso de Educación de Bonaire es el resultado y la continuación de una reunión personal que la delegación de Bonaire mantuvo en abril de 2025 con el Relator Especial de Derechos Humanos en la Sede de la ONU en Nueva York. La delegación estuvo compuesta por Davika Bissessar, presidenta de BHRO; James Finies, líder de Pueblo Progresivo Uni; y Joseline Thielman y Phenice Frans Piar, del Ala Femenina de Muhernan Fuerte, Pueblo Progresivo Uni.
La BHRO ha solicitado formalmente al Consejo de Derechos Humanos que reconozca esta denuncia, en el marco de su mandato en materia de educación, para examinar el cumplimiento del sistema educativo con las normas internacionales de derechos humanos. Asimismo, que se ponga en contacto con el Gobierno de los Países Bajos para solicitar una explicación, realizar una revisión y proporcionar una reparación urgente por las violaciones descritas. Asimismo, que defienda los derechos fundamentales de los habitantes de Bonaire, afirmando las responsabilidades de los Países Bajos en virtud del Artículo 73(a) de la Carta de las Naciones Unidas, que obliga a las potencias administradoras a garantizar: «con el debido respeto a la cultura de los pueblos interesados, su progreso político, económico, social y educativo, su trato justo y su protección contra los abusos».
La denuncia expone la discriminación educativa sistémica en Bonaire, incluyendo: 1- la supresión del papiamento en las escuelas, lo que viola el artículo 30 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN); 2- un clima de miedo que impide a los educadores plantear sus preocupaciones; 3- la exclusión deliberada de los padres en las decisiones que afectan la educación de sus hijos, lo que vulnera aún más las protecciones de la CDN; 4- estas deficiencias contribuyen a la intensificación del daño social, con un creciente desapego estudiantil, violencia, angustia psicológica e incluso consecuencias trágicas como suicidios y homicidios.
La BHRO reafirma sus recomendaciones fundamentales, ahora respaldadas por el escrutinio internacional de derechos humanos: 1- Revisar la política lingüística para que el papiamento sea la lengua principal de instrucción, honrándolo como un pilar de la identidad boneriana; 2- establecer marcos antidiscriminación para combatir los sesgos institucionales; 3- proteger a los educadores que defienden los derechos de los estudiantes; 4- y restaurar la autoridad educativa al gobierno local de Boneria, de conformidad con el Artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas, para garantizar un liderazgo educativo con arraigo cultural e impulsado por la comunidad.
Además, la labor de difusión y promoción internacional de BHRO ha demostrado ser muy eficaz. En respuesta al llamamiento del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para que se tomen medidas rápidas y transparentes, la oficina del ministro Eppo Bruins y el Ministerio de Educación neerlandés han colaborado formalmente con BHRO para abordar los problemas educativos sistémicos planteados. Esto representa un paso significativo hacia la búsqueda de soluciones concretas y refleja el creciente reconocimiento, tanto a nivel nacional como internacional, de la urgente necesidad de defender los derechos humanos y educativos del pueblo de Boneria.
















