BONAIRE – Recientemente, James Finies, líder de PPU, participó y habló en el segmento de gestión del ECOSOC de la ONU en Nueva York, donde destacó el continuo desvanecimiento institucional, demográfico y cultural de Bonaire desde el 10-10-10. La mesa redonda se centró en el Pacto para el Futuro y el fortalecimiento del papel del ECOSOC para acelerar la implementación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible mediante acciones, alianzas y recomendaciones para el Foro Político de Alto Nivel.
Discurso de James Finies en la Mesa Redonda de la ONU: “Unidad en Acción: Acelerando la Implementación de los ODS y Construyendo un Futuro Mejor para Todos”
Pacto por el Futuro – acción uno: “Que nadie se quede atrás”
Me presento ante ustedes hoy no solo como defensor de la sociedad civil, sino como la voz de quienes siempre han sido olvidados.
Me llamo James Finies. Vengo de Bonaire, una pequeña isla en el sur del Caribe, a solo 80 kilómetros de la costa de Venezuela. Nos ta papia Papiamento (hablamos papiamento) junto al creole haitiano, las dos únicas lenguas nativas que sobreviven en el Caribe. Y, sin embargo, en el siglo XXI, mi isla sigue colonizada.
Se nos niega la representación política, con leyes impuestas desde La Haya. Se nos borra de la narrativa global y se nos excluye de las decisiones sobre nuestro propio futuro.
Al reunirnos para acelerar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y mirar hacia el Pacto por el Futuro, debemos enfrentar una verdad crucial e incómoda:
¿Puede haber un verdadero desarrollo sostenible en los territorios? ¿Que aún no están descolonizados, que aún están colonizados?
¿Podemos hablar de justicia si los pactos internacionales sobre derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, no se aplican a nosotros?
En Bonaire, estas protecciones no son realidades. Son promesas incumplidas.
Nuestras historias nunca se escribieron. Y si no actuamos ahora, seremos borrados, no solo del pasado, sino del futuro que el mundo se compromete a construir.
El Pacto para el Futuro no debe construirse sobre la exclusión. Debe reconocer y rectificar el colonialismo vigente. De lo contrario, corre el riesgo de repetir los mismos patrones de silencio, marginación e injusticia.
El desarrollo sostenible no puede existir sin dignidad. Sin derechos —culturales, sociales, económicos y políticos— no hay justicia. Ni futuro sostenible.
Incluso el mundo digital refleja nuestra desaparición.
En Bonaire, nuestro idioma, el papiamento, está desapareciendo de las aulas. Nuestra bandera ha sido reemplazada. Nuestra presencia en línea, reescrita. Nueva. Los colonos llegan mientras las voces indígenas son silenciadas. Desde 2010, nuestra población indígena ha disminuido del 80% a tan solo el 30%. Estamos presenciando la eliminación étnica y cultural en tiempo real.
Y, sin embargo, les hablo no con desesperación, sino con desafío.
Nuestra cultura aún respira, nuestra lengua aún vive, nuestro espíritu perdura.
Somos resilientes. Nos negamos a ser borrados.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio se utilizaron en su momento para justificar nuestra recolonización y profundizar nuestra marginación. No podemos permitir que los Objetivos de Desarrollo Sostenible —ni el Pacto para el Futuro— cometan el mismo error.
Por eso decimos: Descolonicen los ODS. Descolonicen Bonaire. Descolonicen el futuro.
Hoy, hago un llamado a las Naciones Unidas —y al mundo—: Véannos. Escúchennos. Incluyan. Protéjannos. Apóyennos.
Construyamos un futuro donde nadie, realmente nadie, quede atrás.
















