PHILIPSBURG, Sint Maarten – El Tribunal de Primera Instancia ha condenado a un joven con iniciales J.B. de 18 años por ser el responsable de un tiroteo y enviado a tratamiento psicológico forense intensivo obligatorio (referido por el acrónimo holandés PIJ) por una duración de dos años. Esto es significativamente diferente de lo que exigía el Fiscalía OM.
La fiscalía ha apelado este veredicto en el caso del tiroteo fatal en Sucker Garden en marzo de 2020, dictado por la Corte el martes 1 de febrero de 2022.
La fiscalía cree que este veredicto no hace justicia a las víctimas ni a sus familias y que están enviando un mensaje equivocado a la sociedad.
La fiscalía no está de acuerdo en una condena a solo tratamiento psicológico por dos años, con la posibilidad de una prórroga hasta un máximo de seis años, no es suficiente para la magnitud de un delito que se cobró una vida e hirió grave e irreparablemente a otra víctima en el tiroteo.
Además, en el caso excepcional, el menor debería haber sido juzgado como un adulto debido a la gravedad del delito y la falta de responsabilidad y remordimiento mostrado por el imputado.
El código penal actual de Sint Maarten entró en vigor en 2015, y con él PIJ. Sin embargo, el de adulto el equivalente de PIJ, al que se hace referencia con el acrónimo holandés TBS, no lo hizo.
PIJ es una medida a través de la cual una persona es encomendada a una institución de psicología y tratamiento por un mínimo de dos años, prorrogable a un máximo de seis años. Una medida PIJ no se puede combinar con una pena de prisión.
En la actualidad, no existe ninguna institución en Sint Maarten que proporcione tratamiento psicológico forense, ni ha sido designado por el Gobierno de Sint Maarten. La fiscalía está trabajando con el Ministerio de Justicia y los Países Bajos para encontrar posibilidades para este tipo de tratamiento forense de menores/adolescentes. Uno de los elementos clave es que la resocialización debe darse en el país de origen.
















