Philipsburg, Sint Maarten – A medida que nos acercamos al cierre del año, existe un pedido urgente de actualizaciones sobre el progreso de la Política de Necesidades Especiales para Sint Maarten.
En una reunión parlamentaria el 13 de febrero, el Ministro de ECYS expresó un compromiso activo para desarrollar una política de necesidades especiales. Sin embargo, a medida que nos acercamos a finales de noviembre, la comunidad, los padres y los educadores están ansiosos por comprender los avances logrados hasta ahora y si existen planes concretos en marcha.
Si bien felicito al Ministro de VSA por presentar el proyecto “Mejora de los servicios de salud mental”, es fundamental no pasar por alto el aspecto igualmente vital de la educación para necesidades especiales.
A medida que llegamos al punto medio del período escolar 2023-2024, se necesita transparencia con respecto a las expectativas para el año escolar 2024-2025. ¿Cuál es el estado actual de la política de necesidades especiales y qué apoyo se describe o se puede esperar para las fundaciones y organizaciones que ya ofrecen valiosos servicios de enseñanza y aprendizaje para nuestros niños con necesidades especiales?
Es evidente que nuestra sociedad no logra brindar instalaciones adecuadas, cuidadores calificados y sistemas de apoyo accesibles para personas con necesidades especiales, lo que afecta no solo a las personas sino también a sus familias y a nuestra comunidad.
Para abordar esto, ambos Ministerios deben adoptar una perspectiva integral y holística. El desarrollo social es competencia del Ministerio de VSA, mientras que la educación está gestionada por el Ministerio de ECYS. Hago un llamado a ambos ministerios para que colaboren estrechamente para garantizar un enfoque integral e inclusivo de las necesidades especiales en Sint Maarten. Las necesidades especiales requieren un enfoque holístico que abarque educación, recreación, atención médica e integración social.
Al fomentar una colaboración perfecta entre los Ministerios de VSA y ECYS, podemos crear un entorno donde estos componentes esenciales trabajen armoniosamente para proporcionar el apoyo, las instalaciones y los recursos necesarios para el desarrollo integral de cada niño con necesidades especiales en nuestra isla. Sólo entonces podremos garantizar su verdadera integración y la oportunidad de prosperar y contribuir a la vitalidad de nuestra sociedad.
La consideración debe extenderse a las familias involucradas en la educación en el hogar o aquellas que se ven obligadas a trasladarse al extranjero para buscar la atención adecuada. Los desafíos de las necesidades especiales no sólo afectan al individuo sino que tienen un efecto dominó en los padres, las familias y nuestra comunidad.
Cuando las familias se ven obligadas a buscar cuidados adecuados para sus hijos con necesidades especiales en el extranjero, experimentamos pérdidas de capacidad intelectual y laboral cuando el cuidador principal tiene que dejar su puesto. Además, somos testigos del doloroso fenómeno de la separación familiar, que erosiona aún más nuestro tejido social. Esta doble consecuencia equivale a pérdidas netas para el país y está lejos de ser propicia para el progreso social.
Es esencial evitar categorizar uniformemente a los estudiantes con necesidades especiales; Es imperativa una evaluación adecuada. Reconocer las diversas necesidades de diferentes condiciones, como el autismo o el síndrome de Down, es esencial para desarrollar programas individualizados. En otras palabras, el enfoque único que utilizamos actualmente no puede funcionar. Simplemente colocar a los niños con necesidades especiales en aulas normales con niños normales tampoco funcionará y puede provocar problemas sociales gravemente peligrosos, aislamiento o crisis mental y angustia emocional. ¡EL BULLYING ES REAL!, y debemos ser conscientes de ello.
Los requisitos únicos de cada estudiante deben identificarse y abordarse para fomentar un entorno de aprendizaje inclusivo y de apoyo que promueva su bienestar y desarrollo general.
Nuestro objetivo a corto plazo debería ser agotar todos los recursos para apoyar a las instalaciones y proveedores de atención existentes con los recursos que necesitan.
Nuestros objetivos a mediano plazo deberían implicar buscar asistencia técnica de los Países Bajos, firmar MO-U significativos y adquirir maestros especializados y especialistas para trabajar junto con los maestros locales para fomentar el desarrollo de habilidades. Alentar a los estudiantes a seguir carreras y especializarse en educación y atención para necesidades especiales y asignar una financiación de estudio adecuada para dichos estudiantes/profesores contribuirá a configurar un futuro progresista.
Es fundamental explorar opciones de financiación alternativas sostenibles. Podríamos buscar establecer un Fondo de Necesidades Especiales financiado a través de incentivos fiscales para los donantes locales, introduciendo una “tarifa de capacidad diferente” (por ejemplo, 0,10 centavos de dólar para todos los pasajeros entrantes en nuestro aeropuerto y puerto marítimo) y agregando el mismo monto de tarifa a cada transacción. La fuga de capitales en nuestras agencias de envío de dinero puede generar una suma considerable que puede destinarse únicamente a nuestros objetivos de necesidades especiales. Esta financiación también puede ayudar a las familias de bajos ingresos a pagar la atención para necesidades especiales garantizando un acceso inclusivo e igualitario.
Nuestras aspiraciones a largo plazo deberían ser el establecimiento de instalaciones permanentes y de última generación dedicadas a servicios para necesidades especiales en Sint Maarten impulsado por el entendimiento de que es crucial tener una visión bien definida de los servicios para necesidades especiales.
Estas instalaciones futuras se conciben no solo como instituciones educativas sino como faros de inclusión, que brindan un entorno propicio y enriquecedor para el desarrollo integral de cada niño con necesidades especiales en la isla. El efecto dominó de nuestros esfuerzos se extenderá más allá de Sint Maarten y resonará en toda la región, especialmente en el Caribe holandés.
Al elaborar esta visión a largo plazo, debemos reconocer que lograr la excelencia en la educación para necesidades especiales va más allá de la infraestructura física. Implica cultivar un sistema de apoyo integral que abarque elementos educativos, recreativos, sanitarios y de integración social. Al hacerlo, nuestro objetivo es crear un entorno que no solo satisfaga las necesidades inmediatas de los niños con necesidades especiales, sino que también fomente su crecimiento hasta convertirse en personas prósperas.
En conclusión, la necesidad de servicios, instalaciones y mecanismos de apoyo para necesidades especiales está aumentando en Sint Maarten. Va más allá de los ladrillos y el mortero. Recordemos que detrás de las quejas, las estadísticas y las políticas, o la falta de ellas, hay familias reales que enfrentan desafíos reales. Imploro a los Ministerios pertinentes que consideren estas cuestiones apremiantes y trabajen en colaboración para garantizar un futuro mejor para todos nuestros niños, independientemente de su capacidad. Dar forma a un futuro en el que cada niño con necesidades especiales esté capacitado para alcanzar su máximo potencial.