Willemstad/Philipsburg – Según el Boletín Económico de junio de 2025 del Banco Central de Curaçao en Sint Maarten (CBCS), se espera que el crecimiento económico en toda la unión monetaria continúe en 2025, a pesar del deterioro del entorno externo, marcado por el aumento de las tensiones comerciales y geopolíticas. Se proyecta que el PIB real de Curaçao crezca un 3,1 %, mientras que la economía de Sint Maarten se expandirá un 2,4 %. Sin embargo, las perspectivas siguen sujetas a importantes riesgos globales y nacionales, que tienden a la baja. Además, la probabilidad de que los riesgos globales se materialicen ha aumentado debido al deterioro del entorno internacional y la creciente incertidumbre.
El ritmo de expansión tanto en Curaçao como en Sint Maarten en 2025 será más moderado que en 2024, cuando Curaçao registró una expansión del PIB real del 5,0% y Sint Maarten creció un 3,0%.
No obstante, el turismo seguirá siendo el principal motor de crecimiento, impulsando la actividad en sectores relacionados como alojamiento y servicios de restauración, transporte, almacenamiento y comunicaciones, y bienes raíces, alquileres y actividades empresariales. Además, se espera que el sector de la construcción continúe expandiéndose, impulsado por la inversión pública y privada.
En cuanto al gasto, el crecimiento del PIB real de Curaçao en 2025 estará impulsado por la demanda interna, con una contribución positiva tanto del gasto privado como del público, moderada por una ligera disminución de la demanda externa neta.
El aumento de la demanda privada se debe principalmente a los proyectos de inversión en curso en los sectores de servicios públicos, bienes raíces y turismo. Se espera que el consumo privado crezca marginalmente, limitado por la inflación, que aún se mantiene elevada. La demanda pública aumentará debido a una mayor inversión y consumo público. Mientras tanto, se espera que la demanda externa neta disminuya, ya que el aumento de las importaciones superará el de las exportaciones.
En Sint Maarten, el crecimiento del PIB real también estará impulsado por la demanda privada, apoyada principalmente por nuevas inversiones a gran escala, en particular en el sector de servicios públicos y el continuo desarrollo aeroportuario.
La demanda pública contribuirá positivamente mediante el aumento de la inversión pública, que incluye la construcción de una nueva prisión y un centro de salud mental, junto con un mayor gasto en sueldos y salarios. La demanda externa neta tendrá una modesta contribución positiva, ya que se espera que el crecimiento de las exportaciones supere el de las importaciones.
Manteniendo el impulso del crecimiento a medio plazo
De cara al futuro, el crecimiento del PIB real se moderará en toda la unión monetaria a medio plazo.
En 2026, se proyecta que el crecimiento económico de Curaçao se modere al 2,4%, mientras que en Sint Maarten se desacelerará al 2,2% ese mismo año. La demanda privada, y en menor medida la demanda externa neta, serán los principales impulsores del crecimiento.
Para 2029, se prevé que el crecimiento en ambos países continúe desacelerándose, a medida que sus economías adopten un ritmo más sostenible. Se proyecta que el crecimiento del PIB real converja al 2,0 % en Curaçao y al 1,9 % en Sint Maarten, impulsado principalmente por la demanda privada.
Perspectivas afectadas por la intensificación de las incertidumbres globales
Los riesgos para las perspectivas siguen siendo a la baja, aunque la probabilidad de que se materialicen ha aumentado debido a los acontecimientos recientes. Entre los riesgos globales se incluyen la intensificación de las medidas comerciales (de represalia) y la prolongada incertidumbre en materia de política comercial, impulsada por los elevados aranceles estadounidenses y las nuevas tasas portuarias aplicadas a los buques con vínculos con China. Estos acontecimientos suponen un riesgo significativo para las economías dependientes de las importaciones, como Curaçao y Sint Maarten, donde la inflación sigue de cerca las tendencias de los precios estadounidenses.
Otro riesgo global es una flexibilización de la política monetaria más lenta de lo previsto, o incluso un posible cambio de política monetaria por parte de la Reserva Federal, que podría provocar un aumento de las salidas de capital y reducir la inversión extranjera directa en Curaçao y Sint Maarten, impactando en sectores clave como el turismo y el sector inmobiliario. Además, la intensificación de las tensiones geopolíticas en Europa del Este y Oriente Medio podría interrumpir las cadenas de suministro globales y elevar los precios de la energía y otras materias primas, mientras que la renovación o ampliación de las sanciones estadounidenses a Venezuela podría obstaculizar aún más el crecimiento económico del país, lo que podría desencadenar disturbios sociales y una nueva ola migratoria.
En el ámbito nacional, los fenómenos meteorológicos extremos debidos al cambio climático pueden dañar infraestructuras cruciales en Curaçao y Sint Maarten, mientras que la creciente preocupación por la sostenibilidad financiera a medio plazo de los sistemas de salud y seguridad social tanto en Curaçao como en Sint Maarten también supone un riesgo significativo a la baja para las perspectivas de la unión monetaria. Los retrasos o la incertidumbre en torno a la refinanciación de los bonos gubernamentales que vencen en Curaçao y Sint Maarten podrían aumentar la vulnerabilidad fiscal y debilitar la confianza de los inversores, lo que presionaría la estabilidad económica general. Unas condiciones financieras más restrictivas podrían elevar los costos de endeudamiento, limitar los márgenes de maniobra fiscales y generar tensiones en las finanzas públicas si no se logran condiciones favorables con el Estado neerlandés.
















