PHILIPSBURG, Sint Maarten – “No deberíamos ir en la dirección opuesta del mundo” La creciente crisis de residuos y energía de la isla no solo amenaza su salud ecológica y la economía en general, sino también el bienestar mismo de sus residentes. Para abordar esto, St. Maarten debería recurrir a una solución innovadora: la tecnología de conversión de residuos en energía (WtE). Esta tecnología promete no solo gestionar los residuos de forma sostenible, sino también generar energía limpia, reducir los volúmenes de vertederos y crear cientos de puestos de trabajo, lo que proporciona un impulso económico muy necesario.
El Parlamentario Christophe Emmanuel, líder de Nation Opportunity Wealth (NOW) Party, la fuerza impulsora detrás del Proyecto EnviroGreen iniciado en 2016, ha defendido durante mucho tiempo la solución de conversión de residuos en energía. Imaginó una planta que ya habría aliviado la crisis de residuos de la isla, generando energía limpia y evitando los apagones generalizados y los cortes de energía que actualmente plagan a St. Maarten.
“Si el proyecto EnviroGreen hubiera sido posible, “Si se implementara según lo planeado, hoy estaríamos presenciando un St. Maarten transformado, con un mercado laboral próspero y energía confiable y sostenible”, afirmó el Parlamentario Emmanuel. “Este proyecto no se trata solo de la gestión de residuos; se trata de crear un futuro más verde y próspero para nuestra isla”.
Las plantas de conversión de residuos en energía convierten los materiales de desecho no reciclables en calor, electricidad o combustible utilizables a través de varios procesos como la combustión, la gasificación y la pirólisis. Esta tecnología reduce significativamente el volumen de residuos que terminan en los vertederos al tiempo que produce energía renovable. Para una isla como St. Maarten, donde la tierra es bien escasa y el vertedero está desbordado, la conversión de residuos en energía ofrece una solución de gestión de residuos sostenible y eficiente.
La implementación de una planta de conversión de residuos en energía en St. Maarten crearía una multitud de puestos de trabajo, que abarcarían varios sectores y niveles de habilidades:
- Ingenieros (mecánicos, eléctricos, ambientales): responsables de diseñar, implementar y mantener las operaciones de la planta.
- Técnicos: operan y monitorean la maquinaria, asegurando que la planta funcione de manera eficiente y segura.
- Gerentes de planta: supervisan las operaciones diarias, gestionan al personal y garantizan el cumplimiento de las normas ambientales.
- Conductores de camiones: transportan los residuos desde los puntos de recolección en toda la isla y las regiones vecinas hasta la planta.
- Coordinadores de logística: gestionan la programación y la ruta de los vehículos de recolección de residuos para garantizar un servicio oportuno y eficiente.
- Personal administrativo: se encargan del trabajo de oficina, gestionan los registros y brindan apoyo al personal operativo de la planta.
- Representantes de servicio al cliente: se relacionan con la comunidad y las partes interesadas, abordando consultas e inquietudes sobre las operaciones de la planta de WtE.
- Científicos ambientales: controlan las emisiones y garantizan que la planta cumpla con todos los estándares ambientales.
- Oficiales de seguridad: desarrollan e implementan protocolos de seguridad para proteger a los trabajadores y a la comunidad.
Además, el diputado explicó que también habrá oportunidades de empleo indirecto:
- Industria de la construcción: la construcción de la planta requiere una fuerza laboral significativa, que incluye trabajadores de la construcción, arquitectos y gerentes de proyectos.
- Servicios de apoyo: las empresas locales, como los servicios de catering, seguridad y mantenimiento, verán una mayor demanda.
- Sector de reciclaje: La mejora de los procesos de clasificación de residuos puede conducir al crecimiento de la industria del reciclaje, creando puestos de trabajo adicionales.
“Un aspecto clave del funcionamiento de la planta es el flujo constante de residuos, no solo de Sint Maarten, sino también del lado francés de la isla y otras islas vecinas. Este suministro constante es crucial para la eficiencia de la planta y la producción de energía. También subraya la importancia de la cooperación regional en la gestión de residuos”, explicó el Parlamentario.
Subrayó que la inversión en más motores de combustible pesado para nuestro futuro no solo está mal pensada, sino que va en la dirección opuesta a la del mundo entero. “No hay una explicación sensata de que debamos estar deseando adoptar tecnologías que todos los demás están eliminando gradualmente.
En los Países Bajos, el cincuenta y ocho por ciento (58%) de la energía eléctrica en el mes de julio fue proporcionada por energía solar. El mundo está avanzando y nosotros estamos optando por retroceder”, dijo Emmanuel.
“Estamos pensando demasiado a corto plazo. Sí, ahora tenemos una crisis y se están poniendo en marcha soluciones inmediatas. Pero no debemos desaprovechar la oportunidad de abordar eficazmente nuestros problemas energéticos y de residuos.
“Dos pájaros de un tiro. Hace ocho años, estuvimos muy cerca. Llegamos al punto de tener que firmar un contrato de arrendamiento de tierras (LB, por sus siglas en inglés) por parte del Gobernador. El gobierno cayó y luego la miopía se apoderó de nosotros y aquí estamos hoy”, dijo.
El Parlamentario añadió: “La tecnología de conversión de residuos en energía representa una oportunidad transformadora para Sint Maarten. Aborda desafíos críticos de gestión de residuos, ofrece una solución energética sostenible y, lo que es más importante, promete una importante creación de empleo. Al invertir en esta tecnología, Sint Maarten puede garantizar un medio ambiente más limpio, un suministro de energía más estable y una economía próspera. Mi llamamiento es a que nuestro pueblo elija líderes que tengan la visión de futuro necesaria para guiar los objetivos a largo plazo. Yo la tenía hace ocho años y sigo creyendo que es la mejor solución para dos de nuestros mayores problemas”, concluyó.