Ha pasado un año desde que, debido a la pandemia, los testigos de Jehová alrededor del mundo ajustaron sus métodos característicos de compartir el consuelo y la esperanza de las Escrituras.
Para muchos, el pasar a hacer llamadas telefónicas y escribir cartas, en lugar de tocar puertas, aumentó y dio nueva vida a su ministerio.
“Los testigos aceptaron este cambio, encontrando lo bueno, en estos tiempos difíciles”, dijo Joseph Castano, quien reporta un aumento del 30 por ciento en la actividad de predicación de los testigos en su región del norte de Virginia y partes cercanas de Virginia Occidental. “De hecho, escucho a muchos decir: ‘Ahora puedo hacer más'”.
En marzo del 2020, los cerca de 1,3 millones de testigos en los Estados Unidos suspendieron su ministerio publico de casa en casa y de cara a cara y trasladaron las reuniones de la congregación a videoconferencia.
“Ha sido una decisión muy deliberada basada en dos principios: nuestro respeto por la vida y el amor al prójimo”, dijo Robert Hendriks, portavoz nacional de los testigos de Jehová. Pero seguimos siendo testigos y, como tal, debemos dar testimonio acerca de nuestra fe. Así que era inevitable que encontráramos una manera de continuar nuestra labor”.
En los inviernos muy fríos de Arden Hills, Minnesota, Terri Whitmore normalmente se abriga bien para el ministerio de casa en casa con un abrigo largo y botas de nieve, a veces usando botas con clavos desmontables para caminar en aceras heladas.
Ahora se sienta en la mesa de su comedor, toma té caliente y llama a la gente en su teléfono celular para compartir el mismo mensaje. En diciembre, condujo más del doble de cursosbíblicos que en cualquier mes anterior. “Me estoy divirtiendo”, dijo. “Después de una buena llamada, te llenas de energías. No puedes esperar hasta hacer la próxima llamada”.
Sus temas “de preferencia” para conversar con sus vecinos son COVID-19, disturbios civiles y el gobierno. “Algunas personas sienten que no tienen nada seguro a qué aferrarse”, dijo. “El poder de la palabra de Dios es asombroso. Puedes compartir un pasaje de las Escrituras y sentir que se están tranquilizando”.
Cerca de 51.000 personas en los Estados Unidos solicitaron que un testigo los contactara, ya sea a través de una congregación local o por medio de jw.org, el sitio web oficial de la organización, según Hendriks. Desde el brote, los testigos han dado seguimiento a estas solicitudes a través de cartas y llamadas telefónicas en lugar de visitas en persona.
“Nuestro amor por nuestros vecinos es más fuerte que nunca”, dijo Hendriks. “De hecho, creo que nos hemos necesitado más que nunca. Estamos descubriendo que las personas están perplejas, estresadas y sintiéndose aisladas. Nuestro trabajo ha ayudado a muchos a recuperar una sensación de estabilidad,incluso la normalidad, en un momento de mucha inestabilidad”.
Enfocarse en ayudar a otros ha beneficiado a Brenda Millayes de Aguada PR, ya que evita que se abrume con sus propios problemas. “Al igual que yo aprendí, quiero que otros puedan aprender, se que esto les ayudará”, expresó esta madre sola quien además de lidiar con sus situaciones de salud tiene que cuidar a su hija de 18 años con autismo, que necesita cuidado dedicado.
Antes de la pandemia Millayes predicaba de casa en casa tanto como el cuidado de su hija lo permitían. Sin embargo, las circunstancias actuales le han permitido estar mucho mas activa en la predicación efectuada de forma virtual, en un ambiente que le facilita cuidar de las necesidades de su hija. De estar limitada en el tiempo de predicación de casa en casa, ahora puede apoyar esta obra voluntaria desde su propio hogar.
Brenda también aprovecha cuando recibe la visita de cualquierpersona dando algún servicio en su hogar, o cuando tiene que asistir a una cita médica, ya que siempre busca compartir alguna información positiva. Aunque extraña y desea volver a tener contacto con otras personas sin las restricciones actuales, ella expresa que continuará usando los métodos disponibles, porque “quiero compartir el gozo que tengo con los demás” finalizó.
En las zonas rurales de Salina, Kansas, donde los campos de trigo y maíz se extienden por acres, la familia Milbradt a veces conduce millas de una casa a la siguiente para llegar a sus vecinos. Ahora, en lugar de comprar gasolina para llenar su vehículo para el ministerio, usan su dinero en papel, sobres, sellos y lápices de colores.
“Buscamos maneras de dar variedad a nuestro ministerio”, dijo Zeb Milbradt. Él y su esposa Jenny, ayudan a sus hijos Colton de 8 años y Benjamín de 6 años a escribir cartas a autores de libros infantiles, a la policía local y a los trabajadores del hospital. A veces los chicos incluso incluyen con las cartas, dibujos hechos a mano de la promesa bíblica de un paraíso.“Hemos podido dar el mensaje a personas a las que tal vez nollegaríamos de otra manera”, dijo Jenny Milbradt.
Jorge Almenas, un testigo de Jehová de Caguas, PR escribe cartas como parte de su obra de predicaciónUna carta que Benjamín envió a las enfermeras de un centro de salud regionalincluía una cita de la profecía bíblica de Isaías 33:24 cuando en el futuro nadie dirá: “Estoy enfermo”. La secretaria de publicidad del centro respondió a Benjamín, informándole que ella escaneó y envió su carta por correo electrónico a 2.000 empleados. “Hizo sonreír a tanta gente”, dijo.
,
Los testigos también han hecho un esfuerzo concertado para contactar a amigos y familiares lejanos, a veces enviando enlaces por medio de mensajes de texto de artículos basados en la Biblia en jw.org que tratan temas oportunos, como el aislamiento, la depresión y cómo vencer la fatiga pandémica.
“Ex-estudiantes de la Biblia han comenzado a estudiar de nuevo”, dijo Tony Fowler, quien ayuda a organizar el ministerio en la parte norte de la Península Baja de Michigan.
“Compañeros de trabajo han comenzado a mostrar interés. Algunos han comenzado cursos bíblicos con miembros de la familia que mostraron muy poco interés antes de la pandemia”.
Castano ha estado contactando a testigos que hace mucho tiempo habían dejado de asociarse con otros testigos. “La pandemia ha reavivado su espiritualidad”, dijo, y agregó que muchos asisten a reuniones virtuales y algunos participan en la predicación por teléfono y cartas incluso después de décadas de inactividad. “Ha sido excepcional”, dijo.
Fowler y Castano reportan un aumento del 20 por ciento en la asistencia a las reuniones en línea. Pero quizás el crecimiento más significativo se encuentra en un área que no puede medirse por números.
“Creo que hemos crecido como pueblo”, dijo Fowler. “Hemos visto un aumento en nuestro aprecio por otras vías del ministerio, nuestro amor por el prójimo y nuestro amor mutuo. Somos un pueblo más fuerte debido a todo esto, y eso es algo hermoso de ver”.
Para obtener más información sobre las actividades de los testigos de Jehová, visite su sitio web jw.org, con contenido disponible en más de 1.000 idiomas.