PHILIPSBURG, Sint Maarten – En estos tiempos de incertidumbre global, es importante que interroguemos a nuestra comunidad sobre cómo la evolución de las políticas comerciales internacionales, en especial las nuevas medidas arancelarias de EE. UU., podría afectar nuestra situación económica, la disponibilidad de alimentos y los planes de crecimiento futuro.
A pesar de las posibles interrupciones en el flujo de bienes esenciales de nuestro principal socio comercial (EE. UU.) debido a los nuevos aranceles, no debemos dejarnos llevar por el miedo, sino enfocarnos en la oportunidad de adaptarnos a la nueva realidad de lo que es básicamente la reversión de la globalización y fortalecer nuestras bases económicas. Nuestra red comercial se extiende más allá de las importaciones estadounidenses a través de conexiones con Europa, América Latina y el Caribe.
Este perfil comercial diversificado nos permite orientarnos hacia mercados alternativos, desbloquear nuevos canales de suministro y fomentar la innovación en nuestras industrias locales. Ahora más que nunca, debemos expandir y fortalecer estas relaciones, a la vez que nos enfocamos en el interior para impulsar la producción local, reducir la dependencia y proteger nuestra economía.
Apoyo plenamente el llamamiento urgente de la Primera Ministra Mia Mottley en la reciente cumbre de CARICOM: “Algunos de los productos que importamos resultan ofensivos para un CARICOM independiente. Debemos cambiar nuestra mentalidad… comprar local, consumir local y apoyar la producción regional”.
Precisamente por eso, impulsaré la creación de la Agencia de Agricultura, Ganadería y Pesca (ALF), un organismo permanente para apoyar a los agricultores locales, fomentar la agricultura doméstica y comunitaria, y crear sistemas y estándares alimentarios reales y sostenibles. Con esta Agencia y los esfuerzos continuos de la Asociación de Agricultura, Ganadería y Pesca del Caribe Holandés (DCALFA) para mejorar el comercio regional entre las islas CAS y BES y otras cercanas, ha llegado el momento. Como ya he dicho: “No podemos hablar de verdadera independencia ni sostenibilidad si dependemos completamente de otros para nuestra alimentación. La agricultura no es solo una opción, es una necesidad para nuestro futuro”.
Además, expreso mi pleno apoyo a las recientes propuestas para la creación de un Grupo de Trabajo Nacional que evalúe y responda de forma proactiva a las repercusiones de los cambios en las políticas estadounidenses. Sin embargo, el grupo de trabajo debe incluir a nuestras empresas de distribución y transporte locales, con las que ya hemos mantenido conversaciones. Sus conocimientos y experiencia son fundamentales para garantizar que nuestras estrategias se basen en la realidad de nuestras cadenas de suministro.
“La creación de este grupo de trabajo es crucial”, declaró recientemente la Parlamentaria Wescot-Williams. “Servirá como un órgano estratégico para analizar y prepararse para las repercusiones de los cambios en las políticas estadounidenses, en particular en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) como St. Maarten”.
Además de la formación de este grupo de trabajo, también debemos abordar las complejidades de nuestro entorno empresarial. Desde la concesión de licencias hasta la banca y la fiscalidad, todos los aspectos administrativos requieren modernización para crear un clima económico más dinámico.
Entendemos que los aranceles podrían desatar la inflación debido al aumento de los costos de los bienes importados, lo que a su vez reduce la renta disponible de familias y empresas. Abordar este desafío requerirá medidas fiscales flexibles; sin embargo, debe haber un equilibrio con la posible caída de los ingresos. En este sentido, las conversaciones con el Banco Central son importantes para coordinar la política monetaria y gestionar las expectativas de liquidez, con el fin de preservar la estabilidad financiera y crear las condiciones que permitan a los ciudadanos y las empresas mantener una mayor renta disponible.
Modernizar nuestro entorno empresarial sigue siendo un componente central de nuestro plan estratégico. Estamos implementando activamente un amplio plan de reformas para facilitar la actividad empresarial en la isla, comenzando por abordar los desafíos de las licencias. Nuestros objetivos son claros: reducir los plazos de tramitación, aumentar el registro de empresas y mejorar la confianza de los inversores.
Sin embargo, para lograr un entorno empresarial verdaderamente simplificado e integral se requerirán ajustes en la administración bancaria y tributaria. Junto con estos esfuerzos, la creación de una Agencia de Promoción de Inversiones (API) está en nuestra agenda. La API desempeñará un papel clave en la agilización de los procedimientos regulatorios para atraer nuevas inversiones y reducir las cargas operativas para los empresarios locales.
El grupo de trabajo propuesto cubriría:
- Seguimiento de la evolución de las políticas estadounidenses,
- Fortalecimiento de la comunicación dentro del Reino,
- Mejora de la cooperación regional e internacional,
- Desarrollo de estrategias de resiliencia en todos los sectores, y
- Educación del público sobre los acontecimientos globales que pueden afectar nuestro futuro.
Esta es una medida oportuna y necesaria, y consideraré apoyar activamente la formación e implementación de este grupo de trabajo junto con el Parlamento. Se alinea perfectamente con nuestra visión más amplia de resiliencia, preparación y sostenibilidad a largo plazo.
A los habitantes de Sint Maarten: unámonos, innovemos y construyamos una economía preparada para adaptarse a los cambios globales, garantizando que todos los ciudadanos y empresas disfruten de una mayor resiliencia financiera.
Juntos, protegeremos nuestra economía, alimentaremos a nuestra gente y aseguraremos un futuro brillante y sostenible para Sint Maarten.