PHILIPSBURG, Sint Maarten – El Tribunal de Primera Instancia ha emitido su veredicto en el caso del agente suspendido de la Fuerza de Policía de Sint Maarten, R.J., condenándolo a cinco años de prisión tras encontrarlo culpable de agresión y violación de su hijastra. El veredicto, emitido el jueves 3 de octubre de 2024, determinó que los hechos principales del caso se probaron más allá de toda duda razonable.
Los testimonios de la víctima, su madre, su hermana y los miembros del personal de la escuela que informaron cambios significativos en el comportamiento de la víctima después del incidente fueron cruciales para el caso. Los testimonios pintaron un panorama coherente que respaldaba el caso de la fiscalía y revelaron los efectos dañinos de la agresión en el bienestar de la víctima.
R.J., que en ese momento era miembro de la Fuerza de Policía de Sint Maarten KPSM, fue detenido inicialmente el 17 de agosto de 2022, tras una denuncia por presunta agresión sexual. La investigación estuvo a cargo de los Detectives Nacionales (‘Landsrecherche’).
El tribunal destacó la credibilidad del testimonio de la víctima, corroborado por otros testigos, entre ellos su madre y su hermana. Los miembros del personal de la escuela que notaron cambios repentinos y preocupantes en su comportamiento también aportaron pruebas cruciales que reforzaron el caso contra R.J. Sus declaraciones reflejaban los efectos duraderos que la agresión tuvo en la salud emocional y mental de la víctima.
El tribunal condenó a R.J. a cinco años de prisión incondicional, y el tiempo pasado en detención se dedujo de la sentencia total. Además de la pena de prisión, el tribunal se pronunció sobre las reclamaciones de indemnización presentadas por la víctima.
La víctima recibió US$660 en concepto de daños tangibles, que cubrían las pérdidas financieras específicas y los gastos incurridos como resultado de la agresión. Además, se le concedió una indemnización de NAf. 20.000 por daños intangibles, reconociendo el trauma psicológico y emocional que sufrió.
Con la condena de R.J., el Tribunal de Primera Instancia ha enviado un mensaje claro sobre la gravedad de este tipo de delitos, en particular cuando son cometidos por personas que ocupan puestos de autoridad. La sentencia subraya el compromiso del sistema judicial de Sint Maarten de garantizar justicia para las víctimas de violencia sexual y hacer que los perpetradores rindan cuentas, independientemente de su posición profesional.