Declaración de James Finies
Naciones Unidas, Nueva York – Hoy, 31 de agosto, celebramos el Día Internacional de los Africanos y sus Descendientes, un día que enaltece el espíritu, la herencia y la fuerza perdurable de los africanos y sus descendientes en todo el mundo.
Yo, James Finies, me identifico como hijo de África y como caribeño indígena. Mi linaje cuenta una historia de supervivencia frente a siglos de opresión: los antepasados de mi abuelo, orgullosos hombres negros arrebatados de África; mi abuela y sus antepasados, una caribeña indígena cuyo pueblo fue arrebatado de Bonaire a La Española por los colonizadores españoles. Por parte de mi padre, mi familia soportó el cruel peso de linajes europeos mixtos, afrodescendientes y sobrevivientes indígenas, todos unidos por el sufrimiento de la brutalidad del dominio colonial.
Nuestros antepasados africanos fueron secuestrados, llevados a Bonaire y forzados a trabajar en las minas de sal, donde muchos perdieron la vista y la vida a temprana edad. Esta verdad nos fue ocultada; en la escuela no nos enseñaron sobre nuestros héroes ni sobre la historia de nuestra isla, sino sobre los ríos holandeses, sus victorias y los asesinos de nuestros antepasados como héroes.
Incluso hoy, mientras muchas naciones caribeñas celebran la Emancipación, en Bonaire seguimos bajo la dominación colonial y se nos niega la justicia y el derecho a la autodeterminación. Nuestras leyes aún se dictan y elaboran en La Haya, la misma ciudad que alberga la Corte Internacional de Justicia y afirma defender los derechos humanos. ¡Qué hipocresía!
Ser afrodescendiente es encarnar la supervivencia, la fuerza y la dignidad inquebrantable. Pero también es continuar la lucha por el reconocimiento, la justicia y la verdadera libertad. En este día, honramos la memoria de nuestros antepasados, continuando su lucha y garantizando que su sufrimiento no haya sido en vano.
Celebramos no sólo quienes somos, sino seguir luchando por los derechos humanos, la libertad y la justicia, que estamos decididos a garantizar para las generaciones venideras.
















