WILLEMSTAD, Curaçao – Ayer tuvo lugar la audiencia judicial del caso Hércules, en la que dos imputados, ex funcionarios del Banco Central de Curaçao y St. Maarten, antes conocido como Banco de las Antillas Holandesas, Ambos son sospechosos de soborno oficial, falsificación y blanqueo de dinero.
El Ministerio Público cree que, en parte debido a sus cargos, se han enriquecido y son culpables de actos criminales a costa de la comunidad de Curaçao.
El fiscal exigió penas de prisión incondicionales de 3 años y 2,5 años respectivamente, así como la destitución del cargo y una inhabilitación de 6 años y 5,5 años respectivamente.
Estas demandas enfatizan la gravedad de los crímenes cometidos y la importancia de la integridad en los puestos de la administración pública. La corrupción oficial puede tener una amplia gama de efectos negativos tanto a corto y de largo plazo, afectando profundamente los aspectos económicos, sociales y políticos de un país. Por lo tanto, luchar contra la corrupción es crucial para el desarrollo sostenible y el bienestar de la sociedad.
El tribunal se pronunciará sobre el caso en una fecha posterior.
















