PHILIPSBURG, Sint Maarten – El líder adjunto de Nation, Opportunity, Wealth (NOW) party, ex miembro del Parlamento, Claudius Buncamper, ha expresado serias preocupaciones sobre el enfoque del gobierno para resolver el actual problema de desconexión de carga gestionado por GEBE, el principal proveedor de electricidad de la isla. Dijo que la reunión parlamentaria celebrada el 25 de junio tenía como objetivo aclarar el plan del gobierno, pero en cambio reveló una serie de revelaciones e incertidumbres alarmantes.
En la sesión, los socios de la coalición expresaron poca confianza en las soluciones propuestas, lo que culminó con la retirada de una facción. La presentación por parte del Primer Ministro de soluciones inmediatas, de corto y largo plazo hizo poco para calmar los temores. Buncamper destacó que todas las fases propuestas dependen en gran medida de combustibles fósiles, sin ningún avance sustancial hacia la energía renovable.
Para abordar la escasez inmediata de 15 MW, el gobierno planea alquilar 10 MW de generadores en contenedores a una empresa con sede en Miami durante tres meses a un costo de 1,942 millones de dólares, excluyendo el combustible diesel. Además, se está pidiendo a los grandes consumidores que utilicen generadores personales, liberando 4MW para el consumo general. El motor #8 se espera que esté operando el 15 de julio, agregando 3MW nuevamente a la red.
Sin embargo, Buncamper planteó preguntas críticas: “¿Cuánto costará el diésel necesario para alimentar estos generadores? ¿Cómo se verán afectadas las facturas de los consumidores? ¿Se espera que la cláusula sobre el combustible aumente y se traspase a los consumidores?” Las respuestas siguen sin estar claras, lo que aumenta la incertidumbre pública”, afirmó.
A corto plazo, el gobierno tiene la intención de comprar 20 MW de generadores alimentados con diésel en virtud de un acuerdo de arrendamiento con opción a compra de tres años, por un costo de 7,723 millones de dólares. Estos generadores, con una vida útil de 20 a 30 años, mantendrán a Sint Maarten en una dependencia continua de los combustibles fósiles.
Buncamper destacó la insuficiencia de la garantía, que caduca después de sólo 42 días si los generadores funcionan continuamente.
El plan a largo plazo implica la compra de tres nuevos motores de 9 MW propulsados por combustible a un costo estimado de 42 millones de dólares, y la financiación aún está por determinar. A pesar de la oferta del gobierno holandés de 60 millones de dólares para inversiones en energía renovable, el gobierno eligió un camino de mayores gastos e impacto ambiental.
Buncamper criticó el desprecio del gobierno por la energía verde: “El informe de TNO destaca la necesidad urgente de que Sint Maarten adopte energías renovables, pero no existen planes concretos”. También cuestionó el compromiso del gobierno con la energía verde, citando la advertencia de la Comisión Europea sobre los distribuidores de combustible que mantendrán al país como rehén hasta 2027.
Dijo que la mención por parte del Primer Ministro del Memorando de Entendimiento (MOU) sobre el Mercado de Redes ha suscitado más controversia. “Este acuerdo, firmado por el anterior Primer Ministro en 2021, otorga a una empresa estadounidense derechos exclusivos para facilitar la transición de Sint Maarten a la energía verde. Sin embargo, hay una falta de transparencia con respecto al contenido del MOU, lo que genera preocupaciones sobre su legalidad y posibles conflictos con las obligaciones de concesión de GEBE”, dijo.
Buncamper destacó la ausencia de debate público antes de la firma del MOU y el potencial impacto negativo basado en acuerdos similares en otras regiones. “Si el MOU sobre Grid Market se desarrolla como lo hizo en Samoa, no será lo mejor para Sint Maarten”, advirtió.
“La decisión de invertir fuertemente en motores de combustibles fósiles y descuidar las soluciones inmediatas de energía renovable ha provocado críticas generalizadas, y con razón. Decirle a la población que exploraremos las posibilidades de la energía verde sólo después de comprometernos con un nuevo acuerdo sobre combustibles es incomprensible. Esta agenda bloquea efectivamente la transición energética hacia fuentes renovables”, concluyó Buncamper.