GREAT BAY, Sint Maarten (DCOMM) – El Servicio de Prevención Colectiva (CPS), un departamento del Ministerio de Salud Pública, Desarrollo Social y Trabajo (Ministerio VSA), recomienda a las personas vacunarse contra la gripe estacional.
La gripe es una infección viral aguda que se propaga fácilmente de persona a persona y puede afectar a cualquier persona de cualquier edad.
Los virus de la gripe se propagan principalmente a través de las gotitas que se expulsan cuando las personas con gripe tosen, estornudan o hablan. Con menos frecuencia, una persona puede contraer la gripe al tocar una superficie u objeto con el virus de la gripe y luego tocarse la boca, la nariz o, posiblemente, los ojos.
La llegada de la gripe estacional conlleva importantes riesgos para la salud, por lo que la vacuna anual contra la gripe es la medida más eficaz para la protección comunitaria.
La vacuna actúa estimulando el sistema inmunitario para que produzca anticuerpos contra las cepas más probables del virus que circulen ese año.
Al vacunarse contra la gripe, las personas se protegen de enfermedades graves y, indirectamente, protegen a quienes no pueden vacunarse, como los bebés o las personas con alergias graves.
La importancia de la vacuna contra la gripe es exponencialmente mayor para las personas mayores y las personas con enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades cardíacas, asma o sistemas inmunitarios debilitados.
Para estos grupos vulnerables, contraer la gripe no es solo una molestia; puede provocar rápidamente complicaciones graves y potencialmente mortales, como neumonía, bronquitis o la exacerbación de enfermedades crónicas preexistentes, que a menudo resultan en hospitalización o, trágicamente, la muerte. La vacuna reduce drásticamente el riesgo de estas consecuencias graves.
Consulte con su médico para determinar si pertenece al grupo de alto riesgo y sea proactivo. Vacúnese y aplique medidas preventivas estrictas y constantes para evitar contraer la gripe.
Las personas que forman parte de los grupos de alto riesgo incluyen a quienes tienen mayor probabilidad que otros de desarrollar una enfermedad grave, que puede resultar en hospitalización o la muerte, si se infectan. Entre ellos se incluyen:
Niños de seis meses a cuatro años; Personas mayores de 60 a 65 años; mujeres embarazadas (independientemente del trimestre, consultar con un médico); y personas inmunodeprimidas o con enfermedades crónicas.
El personal sanitario que esté en contacto directo con pacientes de estos grupos de riesgo (personal de residencias de ancianos, residencias para personas mayores, hospitales, consultas externas y consultas de médicos de cabecera o especialistas) debe vacunarse contra la gripe.
Los cuidadores domiciliarios de personas con un riesgo muy alto de enfermedad grave y mortalidad atribuida a la gripe también deben vacunarse.
Consuma alimentos saludables, haga mucho ejercicio y mantenga un buen horario de sueño, que suele ser de ocho horas.
















