Philipsburg, Sit Maarten – Al reflexionar sobre los acontecimientos de los últimos cinco años, recordamos el momento crucial en que se reportó el primer caso oficial de COVID-19 en Sint Maarten. Hoy, como Ministro de Salud Pública, Desarrollo Social y Trabajo, quiero aprovechar esta oportunidad para reconocer la incansable dedicación y resiliencia demostrada por la gente de nuestra isla durante estos tiempos difíciles.
En primer lugar, queremos reconocer el extraordinario esfuerzo de nuestro personal de VSA.
Estos hombres y mujeres han trabajado incansablemente, sacrificando su tiempo y comodidad para garantizar que nuestro sistema de salud pudiera soportar las presiones generadas por la pandemia. Su compromiso con la salud y la seguridad públicas ha sido heroico, y les debemos una gran gratitud.
Además, debemos reconocer a las innumerables fundaciones, empresas y profesionales que se unieron para ayudar a Sint Maarten cuando más lo necesitábamos.
Ya sea mediante donaciones de suministros médicos, apoyo financiero u ofreciendo sus servicios para mantener a flote los negocios esenciales, sus contribuciones fueron cruciales para ayudar a nuestra isla a superar la tormenta de incertidumbre y miedo que COVID-19 trajo a nuestras vidas. Una de las lecciones más profundas que nos ha enseñado es respetar y valorar las profesiones que a menudo dábamos por sentadas, en particular el trabajo de limpieza.
Los voluntarios también desempeñaron un papel vital; sus actos desinteresados de bondad y apoyo brindaron un rayo de esperanza en tiempos difíciles. Ya sea entregando víveres a personas vulnerables, cuidando a los ancianos o apoyando a nuestros trabajadores de la salud, estos voluntarios demostraron que incluso las acciones más pequeñas pueden tener un gran impacto.
Al reflexionar sobre el impacto de la pandemia, también debemos considerar los efectos duraderos que ha tenido en nuestra salud mental. La pandemia de COVID-19 no fue solo una enfermedad física, sino también emocional y psicológica. El trauma y el estrés de esos meses difíciles persisten en los corazones y las mentes de muchos. Por lo tanto, quiero expresar mi más profundo agradecimiento a los profesionales de la salud mental que siguen trabajando con ahínco para ayudar a las personas a afrontar estos desafíos. Su labor es esencial para nuestra recuperación continua, ayudando a sanar las cicatrices invisibles que dejó la pandemia.
A todos los que contribuyeron a que Sint Maarten atravesara estos tiempos sin precedentes, les expreso mi más sincero agradecimiento. Honremos sus esfuerzos y sigamos apoyándonos mutuamente para seguir adelante, más fuertes y unidos que nunca.