PHILIPSBURG, Sint Maarten – Si bien la Asociación de Hostelería y Comercio de Sint Maarten (SHTA, por sus siglas en inglés) apoya algunas medidas importantes adoptadas recientemente por el gobierno de Sint Maarten, tiene serias preocupaciones sobre la posibilidad de que se esté discutiendo un “impuesto al turismo”. Sus preocupaciones se refieren especialmente a los efectos no deseados de dicho “impuesto”.
En un editorial del Daily Herald del 10 de septiembre de 2024, se afirmó lo siguiente: “La Ministra de Finanzas interina, Marinka Gumbs, confirmó recientemente que el llamado “impuesto al turismo” propuesto por el gobierno anterior sigue sobre la mesa”.
Es importante señalar que la Asociación de Hostelería y Comercio de Sint Maarten (SHTA, por sus siglas en inglés) ha comunicado constantemente a varios miembros del gobierno que las partes interesadas se oponen enfáticamente a la imposición de este “impuesto al turismo”.
La investigación regional realizada por la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe proporcionada al gobierno anterior ha demostrado los efectos perjudiciales de estos impuestos. Los turistas se ven disuadidos por un aumento de impuestos, por pequeño que sea el aumento.
Esto se suma a la actual falta de gasto, lo que hace que la combinación sea peligrosa. Cuando se comparan tres destinos del mismo tamaño medidos en número de habitaciones, St. Maarten, Curaçao y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, sus presupuestos turísticos se comparan en 3, 18 y 35 millones de dólares estadounidenses por año. Si no se invierte primero en el futuro de su principal fuente de ingresos, cualquier aumento solo inferirá más dificultades para atraer turistas.
Las alternativas fáciles pueden evitar exactamente eso y proporcionar muchos más ingresos al gobierno. Antes de considerar o implementar cualquier impuesto de este tipo, la SHTA ha instado al gobierno a centrarse en hacer cumplir y recaudar el impuesto de alojamiento existente del negocio de alquileres vacacionales realizado por muchos propietarios individuales. Regular estas propiedades, a menudo de propiedad extranjera, no solo aumenta las arcas del gobierno, sino que también regula los precios de alquiler en la isla, ya que cada vez se ofrecen más propiedades para alquileres vacacionales en lugar de viviendas asequibles a largo plazo para los residentes.
La SHTA cree que el gobierno debería priorizar un enfoque holístico de la reforma fiscal, en lugar de realizar ajustes en partidas individuales sin comprender plenamente las posibles consecuencias de esos cambios.
Con este fin, la SHTA ha aprobado un sistema de medición para orientar las políticas en este complejo mercado. Varias fuentes fiables muestran que la industria de alquileres vacacionales independientes tiene un inventario de habitaciones mayor que los sectores hotelero y de tiempo compartido de la isla. Garantizar que las propiedades de alquiler vacacional tengan la licencia adecuada y paguen el impuesto de ocupación (una obligación que ya deberían estar cumpliendo) debe ser la prioridad del gobierno antes de imponer nuevos impuestos a los turistas y disuadirlos en una posición competitiva ya frágil.