Philipsburg, St. Maarten – El controvertido acuerdo de rescate de ENNIA Insurance ha provocado un importante debate entre los gobiernos de Curaçao y St. Maarten. El acuerdo propuesto está en el centro de este argumento, que podría cargar a los contribuyentes de St. Maarten con millones de dólares en costos durante los próximos cincuenta años. El abogado, ex Ministro de Finanzas y ex empleado de ENNIA, Richard Gibson ha proporcionado un análisis detallado de la situación, planteando preocupaciones críticas sobre las implicaciones del acuerdo para St. Maarten.
Gibson padre salió de su retiro para abordar lo que percibe como una decisión apresurada y poco meditada del ex Primer Ministro y Ministro de Finanzas.
Gibson afirma que el acuerdo de rescate se firmó sin consultar ni solicitar la aprobación del Parlamento de St. Maarten.
Como destaca Gibson, uno de los aspectos más preocupantes del acuerdo es su momento. El acuerdo se firmó pocos días antes de las elecciones Parlamentarias del 11 de enero de 2024, lo que generó sospechas sobre la urgencia y transparencia del proceso.
Gibson se pregunta por qué se asumió un compromiso financiero tan importante sin el consentimiento Parlamentario, que, según él, era necesario y prudente.
“El acuerdo firmado no puede seguir adelante sin la aprobación del Parlamento, algo que el ex Ministro de Finanzas sabía”, afirmó Gibson. Enfatizó que este error de procedimiento no sólo socava los procesos democráticos sino que también pone en peligro la estabilidad financiera de St. Maarten. El análisis de Gibson subraya un desequilibrio crítico en los beneficios derivados del rescate. ENNIA, una empresa con sede en Curaçao, paga impuestos y opera principalmente en Curaçao, donde el 95% de sus empleados residen allí. Esto significa que la mayoría de las actividades económicas y beneficios asociados con la empresa permanecerán en Curaçao. En marcado contraste, St. Maarten, con sólo 3,000 de los 30,000 asegurados de ENNIA, necesita ganar más con el apoyo financiero propuesto.
“Invertir en una empresa en otro país podría ser una buena idea, pero sólo si obtiene un retorno justo de su inversión”, comentó Gibson. Aboga por un enfoque más equilibrado en el que la contribución de St. Maarten al rescate también aseguraría un interés en ENNIA, asegurando retornos potenciales para la isla en el futuro, si la empresa tiene un buen desempeño. Gibson cree firmemente que los 3,000 asegurados de Sint Maarten deben ser salvaguardados, pero no a expensas de los contribuyentes. Sugiere métodos alternativos para proteger a los asegurados locales sin comprometer a St. Maarten con un acuerdo financiero desfavorable durante los próximos 50 años.
“Los 27,000 asegurados de Curaçao deberían ser atendidos por Curaçao, y St. Maarten debería cuidar de sus 3,000 asegurados”, propuso Gibson. Insiste en que cualquier apoyo financiero debería depender de la recepción de beneficios equitativos, asegurando así que los intereses de St. Maarten están adecuadamente protegidos.
Dadas estas preocupaciones, Gibson pide al Parlamento de St. Maarten que sea crítico al considerar el acuerdo actual. Enfatiza la necesidad de un acuerdo más transparente y mutuamente beneficioso que dé prioridad a los intereses de St. Maarten y sus contribuyentes.
“Enviar todo este dinero a Curaçao para apoyar a una empresa de Curaçao en la que no tenemos acciones es una mala idea y debería rechazarse. “El acuerdo nunca debería haberse firmado fuera de alcance, pero espero que el Parlamento de St. Maarten lo rechace.”
La crítica de Gibson destaca la necesidad de una cuidadosa consideración y debida diligencia en los compromisos financieros gubernamentales, particularmente aquellos con implicaciones a largo plazo.
Mientras continúa el debate, el pueblo de St. Maarten espera la decisión del Parlamento sobre este polémico tema, esperando una resolución que proteja su futuro económico y garantice un trato justo para todas las partes interesadas.