PHILIPSBURG, Sint Maarten – En todo St. Maarten hay agricultura. La agricultura es una gran parte de nuestra cultura social y económica aquí. Se pueden implementar leyes simples para empoderar a la población de St. Maarten.
En todo St. Maarten, se pueden ver plátanos, aguacates, mangos, chinolas, piñas, lechoza, guanábanas, noni, lechugas, tomates, espinacas, col rizada, lima/limón, jengibre, auyama, papas, cebollas y remolachas. para nombrar unos pocos. También hay árboles de buen pan y guayaba. Incluso he visto fruta del dragón y fresas cultivadas aquí también.
Las pitahayas cuestan en las tiendas más de 15 florines. Muchas de las otras frutas y verduras que se venden en las tiendas también se cultivan aquí. Además, los agricultores locales conocen bien el cultivo de diferentes cultivos y poseen muchas habilidades adquiridas a lo largo de años de experiencia.
Implementar legislación para fomentar programas agrícolas mejor organizados sería lo mejor para el país. Se pueden desarrollar granjas agrícolas, lo que crearía empleos y reduciría las importaciones de productos. Esto también beneficiaría a la economía del país.
También se pueden implementar leyes para alentar a las tiendas de toda la isla a comprar productos cultivados localmente a los agricultores locales.
Leyes como esta pueden empoderar a la comunidad y permitir que las personas tengan una vía adicional para generar ingresos. Imagine un escenario en el que el agricultor necesita fondos y tiene un racimo de plátanos o una auyama entera que cosechó recientemente. Puede ir a la tienda o al mercado y vender su excedente para poder mantener a su familia.
Hay un mercado de agricultores mensual, donde los agricultores locales se reúnen y venden sus productos y otros productos de origen natural. Ver algunos de los artículos en oferta demuestra que los habitantes de St. Maarten son muy ingeniosos e innovadores. Sin embargo, muchas personas desconocen estos hechos. Es necesario promover mejor y llevar a cabo actividades como estas a mayor escala para que podamos atender mejor a nuestra comunidad.
También existe un sentimiento de orgullo, tanto para los agricultores como para los consumidores, cuando se sabe que el producto se produjo localmente.
Para terminar, aquí en la isla tenemos un gran bien que se está pasando por alto. Si implementamos las leyes correctas y ponemos en marcha estratégicamente los planes correctos, veremos que siempre hemos tenido una joya escondida aquí. En St. Maarten tenemos muchos de los cultivos agrícolas que otros países desearían tener. Hay muchas maneras en que se pueden utilizar. Sólo tenemos que empoderar a nuestra gente para que estos planes se hagan realidad.