Dutch Caribbean Nature Alliance – Investigadores de la Universidad de Wageningen & La investigación y la Universidad de Amsterdam informan sobre un caso fascinante de competencia entre un animal y una planta invasora. En los ecosistemas tropicales, los organismos fotosintetizadores compiten continuamente por el espacio y la luz. La hierba marina invasora Halophila stipulacea ha tenido mucho éxito en nuevos hábitats tanto en el mar Mediterráneo como en el Caribe.
Los pastos marinos pueden colonizar rápidamente nuevos hábitats porque pequeños fragmentos se desprenden, siguen siendo viables y se propagan a través de las corrientes. En el nuevo artículo Batalla por los montículos: competencia de nicho entre las medusas invertidas y los pastos marinos invasivos, publicado en la revista científica Ecology, los investigadores informan sobre su descubrimiento de que los pastos marinos invasivos usan pequeños montículos, creados por animales excavadores como camarones o pepinos de mar, como un nuevo hábitat para asentarse y expandirse. Los montículos brindan un nuevo espacio con suficiente luz, abriendo los densos prados de pastos marinos nativos donde los pastos marinos invasivos no pueden asentarse de otra manera. A partir de ahí, observaron que la hierba marina invasora puede propagarse.
Las ubicaciones altas y abiertas están en demanda
Pero los investigadores también encontraron que esto puede causar problemas a las especies nativas. “La medusa boca abajo (Cassiopea spp) se acuesta boca abajo porque tiene algas fotosintéticas en sus tentáculos. Por lo tanto, estos organismos también necesitan luz y prefieren espacios abiertos como estos montículos creados por animales excavadores”, según Fee Smulders de Wageningen University & Research, y autor principal del estudio. “La estudiante de maestría Naomi Slikboer registró la presencia tanto de pastos marinos invasivos como de medusas al revés en muchos de estos montículos en la isla de Curazao. Descubrió que, a menudo, los pastos marinos invasivos empujan a las medusas al revés fuera de estos hábitats con el tiempo”.
Las medusas se alejan con más frecuencia
Esto probablemente aumenta los costes energéticos de las medusas, ya que tienen que moverse con más frecuencia debido al rápido crecimiento excesivo de H. stipulacea.
Además, los autores plantean la hipótesis de que la interacción entre el pasto marino invasivo y los montículos de madriguera conducirá a cambios dinámicos e inestables praderas de pastos marinos, desfavorables para valiosas especies nativas de pastos marinos. Smulders: “Necesitamos vigilar de cerca esta hierba marina invasiva e investigar el impacto tanto en las especies nativas como en la dinámica de los parches marinos en las praderas de hierba marina del Caribe”.
Más información: El artículo Batalla por los montículos: Competencia de nicho entre medusas invertidas y pastos marinos invasivos en la revista científica Ecología.